domingo, noviembre 21, 2010

¿Patrimonio?

En su última reunión ralizada en Nairobi, Kenia, el sector de cultura de la Unesco oficializó una nueva lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, con 47 prácticas y usos culturales de todo el mundo, entre las que se encuentran tres directamente relacionadas con la cocina y la alimentación: la cocina tradicional mexicana, la cocina gastronómica de los franceses y la dieta mediterránea.

Muchos salieron a festejar estas declaraciones: los oriundos de los países afectados y profesionales del mundo de la culinaria. Otros, como los italianos, se sintieron afectados por no tener su cocina un reconocimiento individual como las de Francia o México, siendo incluidos en la “dieta mediterránea”.

Pero más allá de los orgullos o nacionalismos, esta declaración contiene profundos errores conceptuales que atentan contra lo que se supone que debería proteger: la diversidad y la identidad cultural.

Vamos por partes. Tal vez la menos cuestionable de las inscripciones sea la de la cocina tradicional mexicana. Sé de los esfuerzos de muchos sectores públicos y privados de ese país, que hace tiempo vienen intentando que su cocina sea incluida dentro de esta lista, habiendo sido rechazada en anteriores oportunidades. El expediente era impecable y las razones de la inclusión son indiscutibles. El problema es que, siguiendo los criterios que llevaron a su inclusión en la lista, muchas cocinas de otros países y regiones del mundo deberían ser incluidas. “La cocina tradicional mejicana es un modelo cultural completo que comprende actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos, técnicas culinarias y costumbres y modos de comportamiento comunitarios ancestrales”, dice la declaración. ¿No sucede lo mismo con las cocinas persa, italiana, india, peruana y muchas otras?

Se argumentará que esos países no presentaron candidatura, pero entonces estamos ante un sistema de elección erróneo.

En segundo lugar, la que más indigna por el contenido de la declaración es la de la “cocina gastronómica de los franceses”. Por empezar, ¿qué significa ese título? “Cocina gastronómica de los franceses”. A mi juicio, como profesional de la cocina, me parece una broma de mal gusto. Por supuesto que los franceses se han ocupado durante mucho tiempo de su arte culinario y que fueron ellos quienes inventaron la gastronomía, entendida en su acepción literal: gastros-nómos, “ley del estómago”. Es decir, fueron ellos quienes normaron y enciclopedizaron, hace no mucho más de doscientos cincuenta años, ciertas (no todas) prácticas, usos y conocimientos culinarios. Entonces sí podría decirse que la cocina de los franceses es “gastronómica”, pero no es eso lo que la Unesco rescata. Dice la declaración: “La comida gastronómica de los franceses es una práctica social consuetudinaria que tiene por objeto celebrar los acontecimientos más importantes de la vida de personas y grupos, como nacimientos, matrimonios, cumpleaños, éxitos y reencuentros. Es una comida festiva en la que los comensales reunidos practican el arte del buen comer y del buen beber. La comida gastronómica subraya la importancia que tienen el hecho de sentirse a gusto juntos, el placer de degustar manjares y bebidas, y la armonía entre los seres humanos y los productos de la naturaleza. Sus elementos más importantes comprenden, entre otros, los siguientes: una selección cuidadosa de los platos que se van a preparar, escogiéndolos entre los de un recetario en aumento constante; la compra de productos de calidad, locales de preferencia, cuyos sabores concuerden; la armonización de los manjares con los vinos; la ornamentación de la mesa; y el acompañamiento del consumo de los platos con gestos específicos, como oler y catar. La comida gastronómica debe ajustarse a un esquema predeterminado…”. Amigos de la Unesco, sin presumir, he vivido en dos países de Sudamérica y viajado por otros tantos, conozco Francia y otros países de Europa y de Asia, y he tenido contacto con cocineros de todo el mundo. Y los argumentos que exponen para declarar patrimonio a la cocina francesa son válidos para casi todas las tradiciones culinarias del mundo. Donde hay celebraciones, acontecimientos, reuniones, hay comida y hay tradiciones y normas ligadas a qué, cómo y cuándo comer. Esto lo sabe cualquier antropólogo y cualquier cocinero que haya salido un poquito de sus fuegos. Y lo sabe también cualquier habitante del mundo que haya participado en alguna celebración. De más está decir que, entre los pueblos que conozco, tal vez sean los franceses los menos dados a reunirse y celebrar…

Y llega el turno de la “dieta mediterránea”. La declaración la sostienen España, Italia, Grecia y Marruecos, quedando afuera todo el resto de los países mediterráneos que, según lo que propone la declaración, también compartirían esta “dieta”. Se sigue aquí un criterio nutricional como eje central, con los agregados de ciertas prácticas sociales asociadas a este tipo de alimentación. Pero una vez más, ¿es la única dieta que posee un equilibrio nutricional? ¿O es una moda médica aprovechada por estos países para ingresar en la lista? Por otro lado, ¿podemos realmente hablar de algo llamado “dieta mediterránea”? Y si eso existe, ¿cuánta gente en esos países realmente la practica?

Y más: si se propone desde la UNESCO esta dieta como modelo de alimentación “sana”, ¿no corremos el riesgo de que se globalice, en detrimento de otros modos de alimentación tan valiosos nutricional y culturalmente?

Como conclusión, en cuanto a lo relacionado con la cocina y la alimentación, la Unesco se queda corta en sus análisis y en sus declaraciones. (No quiero quedar como un total anti-Unesco, por eso debo decir que otras prácticas culturales incluidas en la lista me parecen totalmente atinadas).

Los países no incluidos deberían protestar por estos errores conceptuales y por otras razones que seguramente yo no he descubierto, y no sólo por haber quedado afuera.

Para finalizar, propongo a la Unesco una nueva categoría. Tenemos el Patrimonio que es lo que debemos proteger, pero ¿por qué no elaborar una lista de Amenazas contra el Patrimonio? Allí podrían incluirse la desidia de ciertos gobiernos y de ciertos pueblos también, la acción de las compañías multinacionales que, en materia alimentaria, atentan contra la biodiversidad y como consecuencia contra la diversidad cultural y contra la salud, y una larga lista de etcéteras. Digo, para no quedarnos sólo con las buenas intenciones.

miércoles, octubre 13, 2010

La última de Tony



Esto escribe Pamela Mullin en el blog de Vertigo, el sello de comics para adultos propiedad de DC Comics:

“Seguramente habrán escuchado que el afamado chef, autor de best-sellers y conductor del programa Sin reservas, Anthnoy Bourdain, está trabajando en una novela gráfica original para Vertigo. Bueno, estamos felices de confirmar ese rumor y de darles, hambrientos fans, los detalles que están deseando saber.
”Escrito por Anthony Bourdain (autor de Medium Raw y Kitchen Confidential) y el novelista Joel Rose (Kill Kill Faster Faster, La Pacifica), el comic se titulará GET JIRO! y será ilustrado por el artista Langdon Foss (Heavy Metal), conocido por su detallado e hipnótico trazo lineal.
GET JIRO! es un thriller de acción futurista que toma la obsesión de los norteamericanos por la cocina exótica y la lleva a la manía y la violencia extremas. Se desarrolla en un mundo donde la comida y los secretos sobre cómo prepararla son las fuentes del poder que llevan a los grandes chefs a comabtir contra Jiro, un misterioso chef de sushi de alta categoría con ideas propias muy particulares”.
La autora del post no da detalles sobre la fecha de lanzamiento, pero lo esperaremos ansiosamente.

miércoles, agosto 25, 2010

El cuy y un vistazo a las cocinas de la sierra peruana

Algunos apuntes del rápido y corto viaje que hemos hecho, mi esposa y yo, por la sierra del departamento peruano de Áncash, al norte de Lima.
No haré un relato de viaje, simplemente algunos comentarios relacionados con las comidas del lugar. Comidas que son de origen rústico, campesino, y que en la mayoría de los casos siguen siendo así.
La comida popular se suele comer en la calle; desde muy temprano encontramos carretillas que venden emoliente o una deliciosa bebida a base de quínoa y frutas (además de rica, muy nutritiva), acompañados de panes tipo "chapla" (parecidos al pan pita, chatos y sin miga), con queso fresco, tortilla o camote.
En las calles encontramos también carretillas dedicadas al "chocho" o tarwi, un frijolito algo amargo que se come frío, aderezado con limón y perejil y, opcionalmente, con cebolla y tomate.
E infaltable es también el choclo serrano con queso, tan simple como delicioso.
En los restaurantes de Huaraz, la capital departamental, y de otras ciudades de la zona, se sirven truchas preparadas de distintas maneras: fritas, al horno o sudadas, con rellenos o salsas diversos, y acompañadas generalmente de papas, también en distintas cocciones.
Los panes de la sierra ancashina son bien diferentes a los que encontramos en cualquier ciudad de la costa: poco fermentados, algo "aplastados" en apariencia, pero con un sabor y un encanto muy genuinos: el bizcocho algo dulzón, la rosca con marcado sabor a manteca de cerdo, las chaplas algo crocantes, etcétera.

Variedad de panes serranos en Yauya

Nuestra última parada fue el pueblo de Yauya, a 3.200 metros sobre el nivel del mar, donde pudimos hacer caminatas y disfrutar de los paisajes, pero también de una preciada especialidad de toda la sierra del Perú: el cuy. Mi primer encuentro con este animalito fue hace unos años en Cusco, donde me lo sirvieron al horno, bien aderezado con huacatay. Luego lo he probado en otras cocciones (frito, a la parrilla), y en esta ocasión pude ver todo el proceso de preparación del animal (desde que llega recién sacrificado) hasta su cocción en fritura. La maestra fue la señora Lilia, habitante de Caviña (una chacra con casa típica de adobe y piso de tierra, a una hora de caminata desde Yauya).

Típica cocina a leña de la sierra

Después del degüello (que no tuve oportunidad de presenciar), el cuy es despojado de todo su pelamen, dejando a la vista el cuero. Así se lo arroja al fuego de leña (que es el mismo que alimenta la cocina rústica en que se freirá el animal), para terminar de eliminar pelos y otras impurezas. Ahí el cuy parece inflarse y ponerse bien tieso. Luego se lo abre, se le quitan las vísceras (que se limpian con agua y sal para ser consumidas también en fritura), se lava bien y se lo fríe en abundante aceite bien caliente, así enterito, abierto.

El cuy apenas puesto a freir

Aprendiendo de doña Lilia

El cuy debe quedar bien dorado por ambos lados, sobre todo en la parte de la piel, que queda deliciosamente crocante. El uso de una cocina campesina a leña le otorga un sabor especial al cuy (y a todo plato que se prepare en ella).

Así debe quedar el cuy: bien dorado por ambos lados

Una vez frito el cuy, doña Lilia nos enseñó a hacer su acompañamiento, el picante de papas. Primero se hierven las papas, peladas y en mitades. Aparte se prepara un aderezo en sartén con aceite, ají panca (un ají molido dulce), ajo, cebolla china (de verdeo) y sal, y en eso se saltean las papas. De nuevo, simple y delicioso.

Y así se lo sirve, con picante de papas

De más está decir que después de este platillo (que además fue acompañado de sopa de harina de trigo y de un postre de trigo mote con algarrobina), el regreso a Yauya, una hora de caminata cuesta arriba, fue más que dificultoso.
Esta vez aprendimos el proceso del cuy, pero en el camino quedaron montones de preparaciones tradicionales, como la pachamanca por nombrar sólo una de las más representativas, que esperamos poder disfrutar en un futuro viaje.
Por lo pronto, otros serán los destinos.

viernes, julio 23, 2010

El helado al plato

Por iniciativa del portal de internet italiano InformaCibo, con el apoyo del Cosorzio del Parmigiano Reggiano y el Consorzio Prosciutto di Parma, se está llevando a cabo en todo el mundo la semana "Il Gelato nel Piatto con il Parmigiano-Reggiano e il Prosciutto di Parma" (El helado en el plato, con queso parmesano y prosciutto de Parma), para la cual distintos chefs de todo el mundo han creado sus platos cuya condición era que llevasen un helado y entre sus ingredientes contasen a los mencionados queso y jamón.
La propuesta llegó hace unos meses de parte de Donato Troiano, editor de InformaCibo, a un gran número de cocineros y pasteleros italianos o relacionados con la culinaria italiana, para presentar cada uno su plato en su restaurante del 20 al 25 de julio.
Al no estar actualmente en un restaurante, he propuesto al chef Torsten Enders (mi colega en Le Cordon Bleu Perú) hacer juntos el plato y presentarlo en su restaurante Terra Mia de Lima.
Nuestra creación fue bautizada justamente Antipasto Terra Mia (sí, no es un postre sino una entrada) y se compone de un helado de palta al parmesano, una tostada francesa con langostinos, mermelada de ají amarillo y arena de prosciutto de Parma, en una clara combinación de tradiciones e ingredientes italianos y peruanos.


















Torsten Enders y Martín Tufró con el plato en el restaurante Terra Mia de Lima


Para más información sobre esta propuesta pueden consultar la página de InformaCibo (en italiano): www.informacibo.it